EL SOL: Es el poder de integración, la totalidad del ser, el principio de individuación; la vitalidad y la expresión más íntima del yo. Es el significador principal de lo que un individuo está tratando de lograr ser. Representa el impulso creativo. Fisiológicamente, está asociado con el corazón, el sistema circulatorio y la glándula Timo. Psicológicamente, es la parte consciente, significa la actitud de uno frente a la vida y la propia realización. Es nuestro carácter interno, que necesita ser expresado en el mundo externo, ya sea a través del trabajo, de alguna actividad creativa o de los contactos sociales. Es la voluntad individual forjando su destino. Está asociado al Signo de Leo y a
MERCURIO: La comunicación a través de la coordinación mental (palabra escrita o hablada) y la transmisión de las ideas. Fisiológicamente se asocia con el sistema nervioso central, el cerebro en general, con el aparato respiratorio, la glándula tiroides y las sensaciones sensoriales (sobretodo la interpretación consciente de esas señales). Psicológicamente rige nuestro impulso a informarnos y comunicarlo a los demás (el la avidez por conocer, pero no la aplicación del conocimiento). Es nuestro pensamiento consciente racional y representa de qué manera pensamos en la vida. Rige además, la tendencia general del movimiento y la acción de trasladarse de un lugar a otro. Está asociado a los Signos de Géminis y Virgo y a las Casas 3 y 6.
VENUS: Unión y armonía a través de la simpatía y el afecto. La sociabilidad y la valoración de las cosas a través de los sentimientos. Fisiológicamente, está relacionado con la región lumbar y los riñones y con la garganta, la circulación venosa, y con la glándula paratiroides. Psicológicamente, representa la unión de propósito, la capacidad de cooperar y unir, la necesidad de apreciar y ser apreciado, la capacidad de amar y el impulso creador estético. Significa en la carta lo que más nos gusta en la vida. Por su regencia de Tauro, está conectado con el dinero y la acumulación de posesiones, se relaciona con la buena suerte y tradicionalmente es llamado el Benéfico Menor. Se encuentra asociado con los Signos de Libra y Tauro y con las Casas 2 y 7.
MARTE: Energía que se manifiesta en actividad. La iniciativa y el emprendimiento, la conciencia de la propia fuerza y la fe en sí mismo. Fuertes deseos. Fisiológicamente rige el sistema urogenital, las glándulas sexuales, adrenales, el sistema inmunitario y las células rojas de la sangre. Su fuerza es centrífuga y así se relaciona con todo lo que sala del cuerpo por cada orificio y poro del cuerpo. También está relacionado con la fiebre. Psicológicamente se relaciona con el impulso a la actividad, con los deseos de luchar, con la ambición (producida por el deseo), con el impulso sexual (como energía en potencia), con la acción impulsiva, la expresión enérgica y la agresividad y temeridad. Tradicionalmente es llamado el Maléfico Menor, y está asociado al Signo de Marte y a
JÚPITER: Expansión a través del crecimiento físico o intelectual, capacidad de comprensión y sabiduría, amor a la libertad. Fisiológicamente está relacionado con el hígado, con el lóbulo posterior de la glándula pituitaria, con el nervio ciático, los muslos, la sangre arterial y la oreja derecha. Tiene que ver con la predisposición a la obesidad y es el factor esencial del crecimiento. Psicológicamente, es el impulso para expandir la conciencia para comprender y saber, no por la mera acumulación de conocimientos como lo hace Mercurio, sino profundizando para madurar. Propicia en nosotros el desarrollo de ciertos rasgos de carácter para compensar los defectos o insuficiencias que se producen en otra parte. Es el planeta curador por excelencia y representa
SATURNO: Limitación, contracción, formación a través de la restricción, disciplina y rigidez. Fisiológicamente rige el sistema óseo, esqueleto y dientes, con la piel, el lóbulo anterior de la glándula pituitaria, la vesícula biliar, el nervio vago y con el factor tiempo en el crecimiento. Está relacionado con la retención de líquidos, las obstrucciones, el endurecimiento de las arterias, desnutrición, enfriamiento y lentitud en el funcionamiento de todos los sistemas. Rige las enfermedades crónicas. Psicológicamente, es la capacidad de autodisciplina, de desarrollar la conciencia de sí a través de la vivencia de los propios límites, la capacidad de concentración y planificación. Tiene que ver con la paciencia, la soledad, la depresión, las inhibiciones y el aislamiento. Afligido, da egoísmo, insensibilidad de corazón y crueldad. Tradicionalmente es denominado el Maléfico Mayor y se asocia al Signo de Capricornio y a
URANO: Originalidad, cambios drásticos y repentinos, la revelación, independencia e invención. Fisiológicamente se asocia a la fuerza eléctrica que alimenta el sistema nervioso, sobretodo el simpático. Se relaciona con la histeria, los calambres y espasmos, torceduras, parálisis y palpitaciones. Psicológicamente es la tendencia a desviarse de lo normal, la rebeldía, la anarquía, pero con el chispazo del genio creador, de la intuición. Tiene un impulso destructor hacia las estructuras rígidas y/o decadentes para producir nuevas características. Está asociado al Signo de Acuario y con
NEPTUNO: Sensibilidad, refinamiento y purificación a través de la disolución, actúa con sutileza y falta de materialidad. Fisiológicamente parece estar conectado con el tálamo, el canal espinal y con los procesos mentales y nerviosos. Psicológicamente tiene que ver con la sensibilidad, con las facultades perceptivas más sutiles, con la experiencia más allá de la forma o estructura material. Representa la inspiración y por eso está conectado con músicos, compositores, poetas, pintores y religiosos. Se relaciona también con las capacidades psíquicas sobretodo el mediumnismo, con el trance hipnótico, el idealismo, la espiritualidad, la ilusión y los sentimientos religiosos y humanísticos. Asimismo da una fuerte tendencia al escapismo, al engaño de sí, a la deshonestidad y a la confusión. Rige las drogas, el alcohol, el sueño y las fuerzas ocultas de nuestro inconsciente. Se asocia al Signo de Piscis y a
PLUTÓN: La transformación a través de la eliminación y renovación. Fisiológicamente, se lo ha asociado con las fuerzas creativas y regenerativas en el cuerpo humano, comprendiendo a la formación de las células. Por ende está conectado con los órganos genitales y se lo ha observado vinculado a casos de obsesiones cuando está muy afligido. Los procesos de purificación y eliminación están regidos por este planeta ya que su función es arrojar fuera toda la materia tóxica y desgastada. Psicológicamente, tiene que ver con la actividad subterránea o profunda en el inconsciente. Plutón representa lo que tiene que ser eliminado y transformado, sus procesos pueden ser regenerativos o degenerativos, pero son siempre profundos. Afligido, sugiere una dificultad para “eliminar”, por ejemplo, sentimientos desagradables, con el riesgo de estados obsesivos o neuróticos y en los casos más graves, con estallidos de violencia o autodestrucción. Respecto a su deseo sexual intenso, tiene que ver más con la eliminación de fuerzas libidinosas del inconsciente, que con el hecho de procrear, a diferencia de Marte. Está asociado específicamente con la muerte; la eliminación de los límites materiales del Universo físico, el abandono del cuerpo por el alma. Está asociado al Signo de Escorpio y a